La achicoria, también llamada radicheta, es una planta que tiene muchísimas propiedades medicinales muy beneficiosas.
Su uso más extendido se da como digestivo, ya que aumenta la secreción biliar favoreciendo ampliamente los procesos digestivos; y también se utiliza como diurético, ayudando a que el hígado funcione correctamente al mismo tiempo que lo desintoxica y previene cálculos no sólo en el hígado; sino también en los riñones. La achicoria estimula su actividad, por lo que favorece la eliminación de líquidos del organismo.
Por eso se recomienda también para dietas de adelgazamiento y para tratar infecciones urinarias, cistitis, nefritis o cualquier otra dolencia que implique la retención de líquidos en el organismo; como por ejemplo la gota. En este caso, la achicoria estimula la eliminación de ácido úrico.
También estimula la cicatrización de heridas y calma el dolor. Al mismo tiempo funciona como sedante del sistema nervioso, por lo que es bueno incluirla en la dieta de personas nerviosas, o que suelen tener problemas de ansiedad.
En reasumen, la achicoria es una planta muy completa cuyos beneficios pueden aprovecharse perfectamente bien si se la agrega a la dieta diaria, promoviendo la reducción del stress, y ayudando a asimilar mejor los nutrientes que provee éste y los demás alimentos ingeridos gracias a sus buenas propiedades digestivas.
Para lograr una fórmula más efectiva podemos combinar el uso de la achicoria con otras plantas ideales por sus beneficios para nuesetro sistema digestivo. De este modo, sobre todo después de largos periodos en los que no hemos cuidado demasiado nuestra alimentación, podremos depurar nuestro organismo, asegurándonos de lograr el mejor estado de salud posible. Recordad que hay muchas más plantas de este tipo, con propiedades similares a la achicoria o la alfalfa, como son la manzanilla o la cola de caballo (en el caso de estas las tomaremos como infusión), ideales para favorecer nuestra flora intestinal.
