Descripción
Nos decían que nuestras células no son inmortales, incólume las células cañada y las progenitoras, ambas con un papel sustancioso en el alimentación de la homeostasis de los tejidos y su ingreso cabida para la reposición de las células senescentes (apoptóticas), así como en la mejora de los daños que se producen durante toda la carrera.
Hayflick, por su correa, en su razonamiento realizada en 1961, aseguró que las células dejan de bifurcarse a posteriori de un determinado cifra de pasajes y se convierten en sedantes, un fenotipo todavía batido como senescencia replicativa. Levante fenotipo senescente –y siempre según su teoría- se acompaña de cambios en la morfología, la dicción genética y ciertas proteínas.
Parece ser que estamos condenados a aviejar; empero condenados es un extremo demasiado imbuido por maldiciones bíblicas, así que no lo aceptamos.
En oriente proporcionadamente ducho portafolio, el orador encontrará todo lo tocante a los telómeros, instrumentos que proporcionaron un virtud Nobel a sus investigadores, así como las soluciones prácticas para restaurarlos.